ABRIR
Y CERRAR.
Hace
cinco días, tuve que abrir heridas que no habían sanado, aparentemente ya hasta
había cicatrices, pero empezaron a dar molestias y no quería darme cuenta de lo
que había debajo de ellas.
Abrir
esas heridas significó retroceder a mi infancia e identificar de dónde procedía
el malestar.
Visitas
al dentista que significaron dolor, enojo (de parte de mi mamá) y castigos;
compañeros que sufrieron agresión de otros y como consecuencia un suicidio.
Sentimientos de soledad que a la fecha me siguen asaltando.
Hace
cinco días llore como hacía mucho tiempo no lo había hecho, en eso consistió el
abrir las heridas, pero gracias a ello cerraron y recobre mi fortaleza.
Después
de ese llanto, volví a recobrar el rumbo; sigo disfrutando de la lectura, día
con día obtengo de ella más y más regalos que impactan mi vida, puedo compartir
con la gente que me rodea el gusto por aprender cosas nuevas, a través de
hermosos libros.
Ahora
es momento de abrir una nueva etapa en mi vida que deberá estar regida por un
crecimiento espiritual que me está ayudando a lograr la metafísica y la
lectura.
P.D.
Y coincidentemente este abrir y cerrar se presenta en el mismo momento en que
en Lectura y Escritura se abre el pasado.